viernes, 27 de marzo de 2015

5 INVENTOS ACCIDENTALES QUE CAMBIARON EL MUNDO!


Algunas veces es mejor tener suerte que talento...Sólo pregúntenle a los inventores de estos productos...!


Cada uno de los cuales cambiaron la forma en la que vivimos, y cada uno de ellos fue descubierto por casualidad o fueron un absolutamente jodido error. Estamos hablando de…

#5. El horno de microondas



El horno de microondas, también conocido como el “preparador de palomitas” o “calentador de Pop Tarts”, fue un feliz accidente que surgió, como casi todas las cosas, de un programa armamentista.

Percy LeBaron Spencer era un ingeniero autodidacta que trabajaba en tecnología de radar en los años que siguieron a la Segunda Guerra Mundial. La tecnología en cuestión era el magnetrón, algo como salido de la ciencia ficción, una pieza de equipo capaz de disparar rayos con alta intensidad de radiación.



Aparentemente, PLS, como algunos lo han llamado, era algo aficionado a los dulces. O tenía un extraño fetiche. De cualquier forma, él tenía una barra de chocolate en los bolsillos de su pantalón un día mientras trabajaba en el laboratorio. El autoproclamado científico notó que la barra de chocolate se había derretido mientras trabajaba con el magnetrón.

Spencer descartó la sencilla idea de que su calor corporal había derretido el chocolate, a favor de la menos lógica y por tanto más científica conclusión de que rayos invisibles de radiación la “habían derretido” de algún modo.


Un hombre razonable se detendría en este punto y se daría cuenta de que esos rayos mágicos caían a tan sólo centímetros de su sensible escroto. De hecho, la mayoría de los expertos militares del momento probablemente soñaban con las aplicaciones en el campo de batalla de su nuevo Rayo Derrite-Penes. Pero como todos los hombres de ciencia, Spencer estaba fascinado y trató a su descubrimiento como la innovación del siglo. Lo usó para hacer explotar huevos y reventar granos de maíz (“¡Imaginen un futuro en el que haya edificios llenos de trabajadores en cubículos comiendo esto todo el día!”)


Spencer siguió experimentando con el magnetrón hasta que lo empaquetó y lo comercializó como una nueva forma de cocinar los alimentos. La versión inicial del microondas medía aproximadamente 1.80 m, pesaba cerca de 340 kg y tenía que ser enfriado con agua. Pero lo redujeron de tamaño y hoy lo usamos principalmente para destruir objetos al azar en Youtube.

#4. Kola Loka o Superpegamento


Cuenta la historia que en 1942, el Dr. Harry Coover estaba trabajando para Eastman Kodak, una compañía conocida por hacer cámaras y cosas relacionadas a ellas. Su trabajo era encontrar un plástico que pudiera usarse como una clara mira para armas, dado que esto sucedió en plena mitad de la Segunda Guerra Mundial y todo mundo sabía dónde estaba el dinero.

Coover se frustró porque su material, llamado Cianoacrilato, era simplemente demasiado pegajoso. En lugar de darse cuenta de que accidentalmente había creado uno de los adhesivos más versátiles de todos los tiempos, lo tiró sin pensarlo y continuó sudando para construir miras para una guerra que terminaría, irónicamente, con dos bombas cuyas áreas de impacto eran tan grandes que ni siquiera necesitaban ser apuntadas en lo absoluto.


Años después, Coover descubriría nuevamente su invención, nos gusta pensar que porque notó que el viejo contenedor de cianoacrilato seguía pegado al fondo de su bote de basura y no podía ser despegado de ningún modo.

En 1958, después de convencer a sus jefes de que al menos había mucho potencial cómico en la posibilidad de que un hombre se pegara permanentemente la mano a su entrepierna, Kodak lanzó el pegamento con el “pegajoso” nombre de “Eastman 910″.

Entonces alguien decidió por fin realmente pagarles a los chicos de mercadotecnia para que se pusieran a hacer algo, y decidieron que la mejor manera de convencer a la gente de comprar este nuevo producto era suspender un carro sobre una calle pública con una grúa, supuestamente sólo sostenido por el viejo 910.


Las reacciones resultaron en que el producto fuera llamado finalmente “Kola Loka”, un producto tan descabellado que requiere mala ortografía intencional. El primer slogan, “Recuerden, sólo lo pueden usarlo una vez antes de que se solidifique por completo en el empaque” fue rápidamente descartado y continúa siendo un producto altamente vendido hasta nuestros días.

#3. Caucho vulcanizado.



Tal vez no les sorprenda descubrir que el inventor del caucho para llantas fue Charles Goodyear, dado que es el primer hombre en la lista en lograr poner su nombre en el producto final (Dado que “Coover Glue” suena como un método anticonceptivo realmente desagradable).

No fue fácil encontrar una forma de caucho suficientemente resistente para las carreras de arrancones y persecuciones automotrices con las que todos soñaban el día que se inventó el automóvil. De hecho, si hay un hombre que debió darse por vencido en busca de su sueño, ese era Goodyear. El hombre pasó tiempo dentro y fuera de prisión, perdió todos sus amigos e hizo a su mujer e hijos pasar hambre en su incansable persecución por una forma más resistente de caucho.


Eran los 1830, una época conocida por apestar. Después de sus dos primeros años de juguetear y fracasar con caucho primitivo, Goodyear y su familia acampaban en una fábrica abandonada y pescaban para sobrevivir. Fue entonces cuando hizo un gran avance: ¡Usó un ácido para suavizar y endurecer el caucho! El gobierno compró 150 costales de la sustancia y el resto es…

Oh, esperen. Todo estaba defectuoso. El proceso no funcionó y Goodyear estaba arruinado, otra vez.


Finalmente, en 1939, probablemente después de ser golpeado por un rayo y/o ser orinado por una jauría de perros callejeros, Goodyear entró en un almacén general con otra fórmula fallida. La multitud observaba. Todos comenzaron a reírse de él. Cegado por la ira, empezó a agitar su puño, lanzando un pedazo de su caucho encima de una estufa caliente.

Después de examinar los quemados residuos, se dio cuenta de que acababa de descubrir una forma d



#2. Vidrio de seguridad.



El vidrio de seguridad es el vidrio usado en coches, edificios y prácticamente donde sea que mires. La idea es que cuando se quiebra, como cuando un tipo malo lo atraviesa de espaldas después de que le disparaste con una escopeta, no se rompe en pedazos que pueden cortar su piel en el camino. Un francés, Edward Benedictus, era un todólogo. Antes de toparse con su increíble invención, Benedictus ya era una clásica “cuádruple amenaza”. Eso significa que era pintor, escritor, compositor y químico.

Cierto día, Edward tiró un frasco de una repisa y lo escuchó quebrarse en el piso (nos gusta pensar que gritó “¡Sacre bleu!” al escuchar el impacto). Cuando Benedictus bajó de su escalera, notó que aunque el frasco estaba roto, no se había destrozado del todo.



Después de preguntarle a uno de sus ayudantes sobre el incidente, descubrió que el frasco había contenido recientemente nitrato de celulosa, que actuaba como adhesivo y mantuvo las piezas de vidrio juntas.


Concepción del artista del nitrato de celulosa.Concepción del artista del nitrato de celulosa.
A pesar de saber que tenía algo entre las manos, Benedictus no sabía exactamente lo que era. Entonces la inspiración lo golpeó en la forma de una serie de horribles visiones sobre accidentes automovilísticos. Benedictus notó que las peores heridas de esos choques provenían de los fragmentos voladores de parabrisas.

Entonces se puso a trabajar hasta que eventualmente desarrolló el Triplex (No se pronuncia “triple x”). Y cuando decimos “eventualmente”, nos referimos a 24 horas después. Después de notar la durabilidad de su nueva invención en las máscaras antigas de la Primera Guerra Mundial, la industria automotriz comenzó a hacer que los parabrisas de Triplex fueran la norma,  justo como  las ex-novias dementes que portan martillos de demolición pueden testificar.

#1. Penicilina.



En lo que a investigadores se refiere, Sir Alexander Fleming es uno de los grandes. Pero el hombre era un holgazán. Años antes de volverse famoso por descubrir la penicilina, accidentalmente condujo un estudio basado en algunos de sus mocos que cayeron en una caja de Petri.



Seis años después, el buen doctor Flema-ing, como le decían de cariño, estaba nuevamente trabajando en el laboratorio con un plato de plástico lleno de alguna enfermedad. El Doc (otro apodo para los amigos) dejó el laboratorio todo el fin de semana sin limpiar los trastes sucios que estaban regados alrededor. Si la comunidad científica fuese representada por el reparto de “La venganza de los nerds” (ya sabemos, es bastante forzado), ¿entonces Fleming es Booger?



"Pero en bata de laboratorio"“Pero en bata de laboratorio”
Fleming regresó de su descanso para descubrir que sus trastes estaban cubiertos de moho. Fleming tiró el plato en un basurero cercano. Como era su costumbre, continuó inspeccionando su experimento incluso después de tirarlo en un contenedor lleno de desechos de laboratorio. Tal vez decidió comerse la salchicha que había tirado antes.

Mientras estaba en eso, descubrió que el moho había matado las bacterias a su alrededor. Ese moho resultó ser la forma básica de penicilina, probablemente el mayor descubrimiento en la historia de la medicina. Todo lo que la ciencia necesitaba era que llegara un hombre tan sucio que descubriera un tipo de suciedad que pudiera matar otra suciedad. Alabado sea el cielo, millones de vidas se salvaron.
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. Fuente: http://www.biterama.com/